Elemento fundamental de la arquitectura escénica actual, específicamente de la vestidura, nada menos que la responsable de dar marco al escenario.
Encontramos el origen del nombre de los bastidores verticales, que se encuentran en cada lateral de la embocadura escénica y que junto con el bambalinón, dan marco al escenario, en las piezas teatrales que se representaban en el medioevo.
Este elemento, en su utilización más primitiva, era una tela de color rojo, que se utilizaba para tapar “El rostro del infierno” o "garganta del infierno", que solía estar oculto tras unos lienzos rojos, símbolo de los fuegos maléficos, en los misterios medievales (autos sacramentales). Las telas rojas de la mansión del infierno (así se denominaba a este dispositivo); aquí se encuentra el origen de la expresión “Manto de Arlequín” (específicamente La parte superior del pórtico de embocadura, también llamado en nuestras latitudes como “Bambalinón”) empleada más tarde para designar el marco del cuadro a la italiana: Arlequín o Harlequin, es el Alichino del infierno del Dante, es también el heredero del diablo Hellequin, cuya raíz germánica hellkyn significa raza infernal.
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